Gil Gonzalez Dávila
Después del descubrimiento de América, se despertó en España el deseo
de conquista; varios intrépidos españoles atravesaron el océano: unos
para encontrar la comunicación del Atlántico con el Pacífico y otros
para realizar la conquista del entonces llamado Nuevo Mundo.
Uno de estos Capitanes fue Gil González Dávila, quien, autorizado por
el Rey de España, para buscar siempre el pasaje por las costas de
Honduras, que debía comunicar el golfo de Chorotega en el Pacífico, con
el de Honduras en el Atlántico. Salió de Santo Domingo el 10 de Marzo de
1524 hacia las costas hibuerenses, con cuatro buques, llevando 300
hombres y 50 caballos, llegando a un poblado indígena llamado Chivana,
en el lugar que hoy se encuentra, en el mismo mes de marzo del propio
año; y fue entonces que se le dio el nombre de Puerto Caballos, al
mencionado poblado, debido a que en el momento de aproximarse a la
costa, se desató una fuerte tempestad, que puso a la expedición en
peligro de naufragar, perdiendo 17 caballos, los que según refiere la
tradición, fueron arrojados al mar con gran cautela, para que los indios
que los observaban desde la costa no se dieran cuenta que estos
animales eran mortales y que siempre existiese en ellos la idea errónea
de que el caballo y el jinete eran un solo ser. Algunos opinan que ya
se les habían muerto en la travesía, desde la isla española, y otros,
que estos animales fueron arrojados vivos para aligerar la carga y
evitar así el naufragio.
En el año de 1525, vino Hernán Cortés a Honduras con el derecho de
conquista y la exploración que practicaba, le daban fuerza se trasladó a
Puerto Caballos llegando aquí el 8 de septiembre de 1525, fundando a
poca distancia de este puerto, la villa de Natividad de Nuestra Señora,
en el lugar en que actualmente se encuentra la aldea de Cienaguita y que
tuvo efímera existencia, en la bahía de San Andrés o de Santander, como
se llamaba en aquella época la actual bahía de Puerto Cortés.
Estableció en ella una municipalidad con dos Alcaldes, cuatro Regidores,
un Procurador y un Escribano. De aquí continuo su marcha por la costa
hasta Trujillo, donde permaneció más de un año, y a su regreso a México,
dejó como Gobernador de Honduras a su primo Hernando de Saavedra.
En el año de 1539 y a su regreso de España, arribó a Puerto Caballos
el conquistador Don Pedro de Alvarado, quien venía de España de
arreglar sus dificultades con la Audiencia de México, por la
desobediencia de su viaje a Perú, habiendo alcanzado del Rey que éste le
perdonara todas sus faltas. Alvarado llegó al propio puerto
acompañado de su segunda esposa, doña Beatriz la de la Cueva, con veinte
doncellas y 200 personas más. Alvarado abrió un camino, desde Puerto
Caballos hasta el valle donde fundó la villa de San Pedro de Puerto
Caballos, habiendo hecho en ésta repartimiento de los indios y las
tierras.
Hernán Cortés
Puerto Caballos conservó su nombre y su situación hasta el año de
1869, en cuyo año, y por decreto de 5 de marzo, el Presidente de la
República, General don José María Medina, cuando se principiaron los
trabajos del Ferrocarril Interoceánico, acordó fundar el actual Puerto
Cortés; en memoria del ilustre Capitán Hernán Cortés; fundación que hizo
en la zona sur de la actual península, que en aquella época estaba
ocupada y llena de muchos pantanos, circunstancia muy probable para que
los españoles nunca la ocuparan, pues la población de Puerto Caballos,
se encontraba en el lado Sur de la bahía en la costa firme, en donde hoy
se encuentran las aldeas de Cienaguita y Tulián.
El Gobierno Local inmediato de este puerto y su jurisdicción
demarcada, se ejerció por medio de un Consejo Local, dependiente del
Gobernador Político de Santa Bárbara. Bajo este régimen estuvo hasta el
año de 1882, en que fue elevado a la categoría de municipio.
El 3 de abril de 1882 fue celebrada la sesión extraordinaria que
cambió el Gobierno local anterior por el Municipal, sin hacerse
referencia en el acta ningún acuerdo del Ejecutivo, ni ninguna otra
autoridad que haya autorizado el nuevo Municipio, pues únicamente dicha
acta se contrae a la instalación del Gobierno Municipal y nombramiento
de Consejeros.
Así comenzó a funcionar el Municipio, cuya cabecera fue Puerto
Cortés, y funcionó dicho Gobierno local, durante cerca de 59 años, hasta
el 1º de enero de 1941, en que se inauguró el nuevo Gobierno del
Distrito Seccional, creado por el Poder Ejecutivo, presidido por el
General D. Tiburcio Carias Andino, en acuerdo número 657, de 12 de
noviembre de 1940, en el departamento de Cortés, al mismo tiempo que
creó el Distrito Departamental de San Pedro Sula: todo en aplicación del
artículo 179 reformado, de la Constitución Política vigente, que es la
del 28 de marzo de 1936.
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La ciudad de Puerto Cortés era así descrita por los historiadores de 1940:
La bahía es completamente abrigada por el bosque frondoso que tiene el litoral Norte de la península.
Entre la punta Caballos y la boca del río Tulián la bahía tiene 6
kilómetros de ancho, con una amplitud hacia el interior de 5 kilómetros
hasta la boca del río Medina. Su profundidad es grande hacia el Norte;
donde los sondeos han marcado de 7 hasta 20 metros
En su mayor parte el terreno propio del Municipio era apto para toda
clase de cultivo, y en especial el banano, piña, caña de azúcar, cocos,
arroz, yuca, etc.; a excepción del terreno en que se encuentra ubicada
la ciudad de Puerto Cortés, cuyo terreno era pantanoso.
Durante muchos años el cultivo del banano, constituyó el patrimonio
del antiguo municipio de Puerto Cortés, en 1942, la enfermedad conocida
con el nombre de Panamá o Mata Muerta, primeramente y la llamada
Sigatoka después, han ocasionado la ruina del cultivo entre los
agricultores nacionales que tiende a desaparecer, ante la imposibilidad
que encuentran, por falta de recursos para combatir con eficacia dichas
enfermedades. De allí que, grandes zonas agrícolas dedicadas antes al
cultivo del banano, se convirtieron en plantaciones de arroz, piñas y
tubérculos alimenticios.
Hasta 1933 Puerto Cortés, no gozó de un sistema vial completo, en
este año se inició la apertura de algunas carreteras que unían esta
ciudad unirán con los municipios próximos.
La carretera que se ha abierto hacia el Puerto de
Omoa llega hasta el límite del término del Distrito Seccional, teniendo
una extensión de 7 kilómetros, poseyendo en su trayecto tres puentes
construidos de hormigón y madera. Uno de estos puentes se encuentra
atravesando la desembocadura de la laguna de Alvarado y el río Medina,
otro sobre el río Cienaguita y el tercero sobre un estero que se halla a
inmediaciones del río Tulián.
A esta misma carretera están conectados dos ramales: el primero
se dirige a la aldea de “Medina”, pasando por el barrio “El Porvenir” y
el segundo ramal hacia la aldea de “La Pita”, con el fin de unir este
Distrito con el municipio de Choloma y Distrito de San Pedro Sula.
La carretera que saliendo de Puerto Cortés, unirá las aldeas de
Travesía, Bajamar y Barra de Chamelecón. En la actualidad llega hasta el
estero de Chifia una extensión de 8 kilómetros.
También se ha comenzado a construir una carretera que irá
paralela al Ferrocarril Nacional, uniendo las aldeas de Chameleconcito,
Campana y Baracoa. El trazo de este proyecto tiene una longitud de 22
kilómetros.
En la Administración del Gobierno presidido por el Dr. y General
Tiburcio Carias A., Puerto Cortés recibió los beneficios que se
desprenden de la cesión total que el Poder Ejecutivo ha hecho en
repetidas ocasiones de los fondos de vialidad, que correspondían
exclusivamente a la Tesorería General de Caminos; y ésta fue la causa
fundamental para que la entonces ciudad de Puerto Cortés gozara de un
sistema vial avanzado, para la época.
Locomotora del FNH
La ciudad de Puerto Cortés fue el punto de partida del Ferrocarril
Nacional, cuya construcción dio principio en el año de 1869, durante el
Gobierno que presidió el General José María Medina, haciéndose la
primera sección de 53 millas. Para llevar a cabo dicha obra hubo que
celebrar cuatro empréstitos extranjeros de 1,867, 1,869 y 1,870,
obtenidos en los mercados de Londres y París, a diferentes tipos de
emisión y de interés, autorizando para ello a los Ministros de Honduras
en dichos países, don Carlos Gutiérrez y don Víctor Hernán,
respectivamente.
El servicio del telégrafo alámbrico se estableció por el gobierno que
presidía el Dr. Marco A. Soto, en el año de 1882, organizándose una
oficina central en el puerto, estableciéndose otras en las aldeas de
Campana y Baracoa, las cuales fueron suprimidas después. Durante la
administración del Presidente, General Luis Bográn, se instalaron
oficinas telefónicas en el puerto, por parte del Ejecutivo y en las
aldeas de Baracoa, Campana, Cienaguita y Travesía. Se encuentra en
proyecto la instalación de otras oficinas en las aldeas de Bajamar,
Saraguaina, Barra de Chamelecón y Trisagio. La Tela Railroad Co., cuenta
con el mismo servicio en todas sus fincas, llamadas Campos.
En 1940 la comunicación con países extranjeros era por medio del
cable submarino y la telegrafía inalámbrica. El cable era controlado
directamente por el Gobierno y las comunicaciones inalámbricas se
verifican con las oficinas respectivas establecidas por la compañía.
En 1966 el entonces Presidente, Oswaldo López Arellano, decreta los
límites terrestres y marítimos jurisdiccionales de la Empresa Nacional
Portuaria en la zona de Puerto Cortés.
En Julio de 1976 mediante decreto publicado en La Gaceta decreta la
ley constitutiva de la Zona Libre de Puerto Cortés con el propósito de
brindar facilidades al comercio e industria nacionales e
internacionales.
Hoy Puerto Cortés presenta una actividad económica de gran volumen y
dinamismo, sus perspectivas globales apuntan a un mayor crecimiento,
siempre mayor o igual que el de la economía nacional.
La actividad portuaria por ser de interés nacional es independiente
de la gestión municipal, las importaciones y exportaciones nacionales
constituyen el motor impulsor de la economía local.
El turismo se convierte en una alternativa para la economía, caracterizándose hasta ahora por ser de paso y estacional.